No sé si alguno recuerda aquella publicidad de pasta dental donde una pareja salía besándose en todos lados rodando por el parque en una situación un poco lasciva entregando un mensaje acerca de lo sexy que era la pasta de dientes. La pasta de dientes es sexy antes de entrar a tu boca claro está. El 2004 fue un año bueno, tuve amigos entrañables para esos meses, donde compartíamos música, libros, películas, universidad, risas y enamoramientos con verbo sufrir incluido, luego cervezas, películas para matar el tiempo, discos para oír y salir a bailarlos por ahí, filosofía de cafetín, partidos de fútbol en la tv y más risas.
De cuando en cuando íbamos a tomar cerveza a ese sucucho que está en Portugal frente a la entrada de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, ese dónde hace unos meses cayó desde la torre alguien obsesa con sus vidrios, reventando unas cuantas botellas junto con su humanidad frente a la concurrencia.
Anoche pasé por ahí y me acordé de aquellos días. La joven de los besos con su novio publicitario era la hija del entrenador de taekwondo de uno de aquellos amigos y todos cantábamos la tonadita mezcla de relajo y felicidad. La felicidad de que las cosas al final de cuentas parecían andar bien.
My name is Jorge Regula, I’m walkin’ down the street, I love you, let’s go to the beach.
Todo es historia.
