27 julio 2010

Poltergeist - Main Theme

(si mal recuerda la melodía, en el widget de grooveshark a su derecha ponga play)


Hace unos 20 años atrás vi Poltergeist. Tenía 8 años más o menos. No dormí en una semana, soñaba con las manifestaciones y veía fantasmas en todos lados. Cuando crecí comencé a ver otros fantasmas, unos más reales que otros, y unos menos fantasmas también.

Aprendí a distinguir que me gusta sentir miedo, me gusta sentirlo en la seguridad de mi casa bajo el ejercicio de entregarme a una película, y controlar dicha sensación a sólo un click del control remoto (de otros miedos verdaderos podría hablar en otra ocasión). Dejé hace rato de preocuparme de las fomedades técnicas de una película y dejo que mi entrega a lo que pasa en la pantalla sea más visceral. La gracia está en que se aumenta el disfrute y la sinceridad a la hora de encarar lo que veo. No me importan las poses, de si algo es más o menos intelectual o más o menos divertido o terrorífico, o profundo o que se yo. Me interesa solamente que me cuenten una buena historia, me da lo mismo acerca de que (sin perjuicio de un filtro básico, ciertamente no haré fila para ver Como Perros y Gatos 2). He aprendido a valorar cosas que hubiera ignorado en otra circunstancia y he aprendido a desechar bajo mi criterio cosas que realmente no valen la pena.

Poltergeist me dio miedo cuando era un niño, y aunque hoy no es lo mismo, es motivante escarbar en las viejas sensaciones y tratar de rescatarlas años despues. Es quizás un afán romántico, inútil, me da igual como lo vean, anyway: si aunque sea por un par de segundos logro evocar la misma sensación de la primera vez, valdrá la pena.

Poltergeist es la zorra.

19 julio 2010

Divorcio con Onda

(publicado en el primer número de Balance Patriótico, junio 2010)

Ahora que comienza el invierno, siempre los clichés son mullidos para encerrarse en una burbuja de dolor y soledad, ya sea por la falta de compañía ya sea por la pérdida. Opciones lacrimógenas hay varias y en todos los estilos, desde el Pretty Hate Machine de NIN (hágase una idea desde el título y el masoquismo endógeno de Trent Reznor) hasta Ladies and Gentlemen We Are Floating In Out Space, un disco lisérgico y nacido del quiebre cuya primera frase articulada merece un rincón solitario para oír caer la lluvia: “All I want in life is a little bite of love to take the pain away” o el Here My Dear de Marvin Gaye que antes que lamentarse prefirió hacer venganza porno de lo que fue su relación con Anna Gordy.

Pero nos detendremos en 3 discos con características similares: los 3 provienen de solistas, los 3 son no sólo líricamente intensos y desengañados, sino que los 3 además representan en su época grandes composiciones musicales, como para comprobar el adagio popular de que las mejores líneas se escriben desde la miseria interior.


Bob Dylan – Blood On The Tracks (1975)

“Sara” en una de sus frases reza “Sara, sara, lovin’ you is the one thing I’ll never regret” (Sara , Sara, amarte es la única cosa de la que nunca me arrepentiré). Tan directa frase no puede tener sino una monumental contraparte cuando el amor se acaba. Y es que es como refleja fiel el documental de Scorsese No Direction Home: “es imposible estar enamorado y ser sabio a la vez”.

“Now the beach is deserted except for some kelp/ And a piece of an old ship that lies on the shore/ You always responded when I needed your help/ You gimme a map and a key to your door.” Dylan en realidad no estaba confesando su amor incondicional por Sarah, sino que usaba dicha confesión para pedirle que no se fuera, la sentía a su lado, pero ya se apartaba.

Esta canción aparece en Desire y es el reflejo del comienzo del fin. La historia de Bob y Sarah no tiene registros más allá de las sentidas letras de Dylan que reflejan diversos momentos de la relación. Blood On The Tracks es el disco del divorcio, representa el regreso de Dylan a la gran canción luego de varios álbumes irregulares, o si se quiere tomar desde otro punto de vista representa una nueva cúspide, adornada de la rabia, del tiempo perdido y la sensación del quiebre con Sarah, su mujer de aquel entonces, con la cual ya llevaba separado un tiempo luego de 12 años de matrimonioNo puedo recordar tu rostro, tu boca ha cambiado, tus ojos no miran en los míos.” Se lamenta Dylan en Idiot Wind y ahí mismo sentencia “fue la gravedad la que nos bajó y el destino que nos separó/ domaste al león en la jaula, pero simplemente no fue suficiente para cambiar mi corazón/ Ahora todo está al revés, un poco más abajo/ es cuestión de hecho que las ruedas se han detenido”. Envuelto en la tristeza Dylan dio luz a uno de sus discos más oscuros y a la vez más brillantes de toda su carrera.

“Me gusta tu sonrisa/ y las yemas de tus dedos/ me gusta la forma en que mueves tus labios/ me gusta la forma fresca en que me miras/ todo acerca de ti me está trayendo miseria”. (Buckets of rain). Definitivamente Zimmerman estaba desarmado, en todo sentido (se permite un Zoey Deschanel flashback).



Beck – Sea Changes (2003)

Si en Mutations Beck se había revelado como un artista que no vive sólo de la esquizofrenia melódica con joyitas como Cold Brains no fue sino hasta Sea Changes, alrededor de 5 años después y el rarísimo e imprescindible Midnite Vultures mediante, con un antecedente común al tema que nos convoca: el heartbreak. Y Beck a diferencia de Lennon o Dylan ni se preocupó de hacer brillar sus canciones. Sea Changes es un diamante bruto que exuda una sensual tristeza. Acá no hay ritmos que puedan siquiera hacer abrir una nube. Al contrario afuera llueve torrencialmente, no hay amigos cerca y quedan pocos cigarros. “Hay un camino al mañana/ hay un camino a la verdad/ hay un camino de vuelta a la civilización/ pero no hay un camino de vuelta a ti” (Paper Tiger)

Acá no hay recriminaciones, no hay culpas, no hay desengaño, sólo hay perdida y decepción con final con olor a A Day in the Life de los Beatles: “estas lagrimas solitarias/ no puedo llorarlas más/ no puedo pensar para que sirven/ oh, ellas me arruinan en casa ocasión/ pero intentaré dejarlas atrás algunos días/ estas lagrimas nada pueden borrar/ y no las necesito más” (Lonesome Tears)

Al final y como mantra sólo queda pensar en que ya estás cansado de luchar y que ella es una causa perdida, y todo lo que viste como malo, ella pensó que era amor.



Sean Lennon - Friendly Fire (2006)

Friendly Fire viene precedido de acontecimientos realmente trágicos en la vida de Sean Lennon. A la posterior infidelidad de su novia con su mejor amigo, siguió la muerte de este en un accidente justo antes de poder siquiera hablar del tema. El título del álbum alude directamente a la situación vivida, haber sometido a Sean al fuego amigo no fue tolerable para el traidor y la culpa por no haber perdonado siguió a Lennon hasta la publicación de este disco, acaso uno de los más sentidos que se hayan publicado en la década recién pasada. tu lanzaste el asalto/ con la primera bala de cañon/ mis soldados dormían/ sé que pensaste/ que no bajaría bajo el alambre/ es fuego amigo” (Friendly Fire). Lennon es claro al expresar quién comenzó las cosas para exorcizar sus propios fantasmas de culpa “Cuando me dijiste que la maldad es un mito, que era una cosa inventada por los perdedores, bebé, la verdad duele” (Spectacle).

Sin embargo, la mezcla de dolor por la partida de su mejor amigo y la traición de su mujer (acá calza uno de esos clichés, eso de que las mujeres pasan y los amigos quedan, claro que Lennon perdió pan y pedazo) alcanza para ofrecerle palabras al primero: “…todo el mundo nace para morir/ así que tomate tu tiempo, pero no el mío/ piérdete, pero no pierdas la cabeza/ en algún lugar entre el cielo y el mar/ estaré esperando por ti querido/ así que espérame”. No sólo es un disco de desamor, sino también hecho para el perdón. Alguna vez Lennon reflexionó al preguntársele al respecto que quizás que había hecho él para que las cosas sucedieran de aquella forma. El fuego amigo considera las culpas compartidas y las responsabilidades no se inclinan sólo hacia un lado de la balanza, para que luego tus parlantes rueguen un poco de fluoxetina mientras sigues pensando en que la cagaste.



04 julio 2010

nico - winter song

advertencia: click en el player de grooveshark en la columna derecha para oír mientras lee y mejorar la experiencia.

nunca pensé que hibernar podía ser una oportunidad. ahora que se trata de un estado impuesto, pues nunca fue una opción voluntaria, tiendo quizás mediocremente a pensar que puedo ver el lado bueno de las cosas partiendo por banalidades como no sentir frío jamás desde que estoy en reposo. que mi dieta no es tan mala y me dejará aparte de débil, listo para volver a tonificar todo lo que yacía bajo mi no tan tenue capa de grasa de los últimos años, pero que ya practicamente ha desaparecido.

y veo que ya no se ser tan personal, el diario de vida esta semi enterrado y es que no dejó de ser incómodo más de una vez ser tan vomitivo y visceral delante de un montón de gente que se interesaba más por el delicioso morbo de lo ajeno ante cualquier otra consideración. vaya.

y aprovecho solamente de soltar las manos para ponerme al día de todo aquello que quedó atrás en mis tareas freelancer relativas a la música y todos los discos que este año he dejado pasar. y es que ya no me emborracho y dudo que lo pueda hacer de nuevo, al menos durante largos meses. las drogas me parecen de un aburrimiento atroz y aquella senda autodestructiva que llevaba hasta los 23 ó 24 de repente dejó de parecerme atractiva.

withdrawing from splendor and royal decay
among all the triumphs and jaded awards

esas flautas oníricas que se dejan oír a ratos en el chelsea girl tienen un tono de reflexión adecuado, me gustaría que sonaran más fuerte. no sólo el morbo ajeno sino el propio en testear ese feedback. hoy funciona distinto

embraces of fame that's simultaneously fear
to advance and demand to be recognized.

como dije, hiberno y seguramente cuando este periodo termine cosas buenas deberán pasar, no puede ser de otra forma porque no puedo estar peor ¿no? De momento me acuerdo de mis canciones y ellas ahora, duermen conmigo.

the river shall flow through hollow green faces

quedan semanas aún. y no quiero morir en el intento.




02 julio 2010

cheap trick - surrender

hay canciones para subir el ánimo. hay canciones para sentirse un poco más lleno de energía. hay canciones para salir a caminar con toda la actitud. canciones para cabecear. canciones para bailar. canciones para tocar en guitar hero. hay canciones que por sí solas pueden hacerte el dia. canciones que arreglan un día funesto. canciones que podrías escuchar una y mil veces y no aburrirte jamás. canciones para hacer un playlist perfecto. canciones para coleccionar y guardar en el mejor lugar de tu memoria. hay canciones que adornan momentos mágicos. canciones que suenan en un momento como un soundtrack de tu propia vida. de tus situaciones. hay canciones que construyen tus recuerdos.

esta es una de esas.